A fin de preservar el medio ambiente natural, se han promulgado en Israel severas leyes para proteger la naturaleza y la vida silvestre. Así, está prohibido cortar flores inclusive las más comunes que crecen a la vera de los caminos. La Dirección de Parques y Protección de la Naturaleza, encargada de la preservación de la naturaleza, se esfuerza por proteger el paisaje y el entorno natural. Bajo la supervisión de la Dirección, se han establecido más de 150 reservas naturales y 65 parques nacionales, que abarcan cerca de 1000 km2. Unas 20 de estas reservas, que están abiertas al público, con centros para visitantes, caminos y senderos, atraen más de dos millones de personas por año. Una de las regiones más importantes de Israel – el Monte Carmelo – ha sido declarado reserva de biosfera en el marco del Programa del Hombre y la Biosfera de UNESCO.
Además Israel ha declarado especies protegidas a cientos de plantas y animales, incluyendo robles, palmeras, gacelas, íbices, leopardos y buitres, y se han iniciado operaciones especiales de rescate para asegurar la continuidad de una serie de especies en peligro de extinción. Se han establecido estaciones de alimentación para lobos, hienas y zorros, así como sitios seguros para que aniden los pájaros. Los huevos de tortugas marinas son recogidos regularmente de la costa del Mediterráneo y colocados en incubadoras; las jóvenes tortugas son devueltas al mar. Con más de 500 millones de aves migratorias que cruzan el país cada año, Israel se ha convertido en un centro de observación de pájaros de renombre mundial y en un punto focal de investigación y cooperación internacional. La cuidadosa supervisión de las rutas de migración de las aves ayuda a evitar choques entre aviones y pájaros. Un sitio en Internet (http://www.birds.org.il) desarrollado en Israel bajo el lema de "Los pájaros no conocen fronteras" relaciona a niños de todo el mundo en un proyecto educativo y de investigación.
Inspirándose en un profundo sentido del patrimonio, se han realizado esfuerzos para preservar y reintroducir plantas y animales que existían en los tiempos bíblicos y que desaparecieron de la región o corren peligro de extinción. Neot Kedumim, una reserva de paisaje en el centro del país, destinada a reunir y conservar las plantas existentes mencionadas en la Biblia, ha plantado jardines con la flora nativa de diversas áreas geográficas de la Tierra de Israel en la antigüedad.
Dos proyectos de vida silvestre, los Jai Bar, han sido establecidos, uno en la Aravá y el otro en el Monte Carmelo, para reintroducir a sus antiguos habitats naturales a las especies de animales que en otros tiempos correteaban por las montañas y los desiertos de la Tierra de Israel. Las especies que se están criando actualmente incluyen avestruces, corzos persas, órixes, onagros y burros salvajes somalíes.
La conciencia pública por la preservación de la naturaleza es promovida en las escuelas y entre la población en general por medio de excursiones guiadas, publicaciones y campañas de información. La Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel, la mayor organización ambiental del país, ha iniciado decenas de campañas contra la destrucción de ecosistemas y paisajes debido a desarrollos imprudentes. Su programa educacional incluye 24 “escuelas de campo”, 10 centros de naturaleza urbana y 15 filiales locales.
Excursionistas en el desierto del Néguev (Foto: S. Lederhendler)